A dos años de la implementación de la enseñanza religiosa en las
escuelas de Salta y luego de una minuciosa reflexión y dada la
importancia que tiene para el desarrollo moral y para la salud
mental de una sociedad este tema, el ESPACIO CARTA ABIERTA SALTA *
cree necesario hacer llegar a:
El Sr. Gobernador de la Provincia de Salta.
Al Ministro de Educación de la Provincia de Salta
A los señores Jueces y Fiscales encargados de tratar este tema.
A las autoridades de la Iglesia Católica y a sus fieles.
A las autoridades y miembros de todos los credos religiosos y
espirituales que se profesan en la Provincia de Salta.
Y al colectivo de ateos, no creyentes y agnósticos.
NUESTRO ENÉRGICO RECLAMO PARA QUE CESE LA CATEQUIZACIÓN COMPULSIVA
EN LAS ESCUELAS PÚBLICAS DEL TERRITORIO PROVINCIAL.
FUNDAMETACION
Hemos dividido los fundamentos de esta petición en tres categorías:
1. FUNDAMENTOS ETICOS
2. FUNDAMENTOS HISTORICOS
3. FUNDAMENTOS ECONOMICOS.
4. FUNDAMENTOS JURIDICOS.
1. FUNDAMENTOS ETICOS
El principal motivo por el cual se ha defendido la enseñanza
religiosa en las escuelas ha sido la defensa de la necesidad de dar
valores morales, espirituales y ejemplos éticos a los jóvenes,
valores que les den herramientas para interpretar un mundo difícil,
contradictorio y a veces sombrío. El argumento en principio parece
razonable.
En efecto la religión católica, como todas las grandes religiones
universales, tienen valiosos criterios de convivencia que podrían
ser útiles a nuestros chicos. Sabemos que Jesús de Nazareth incorpora
al antiguo tronco del judaísmo un mandamiento basado en un principio
humanista: AMA A TU PROJIMO COMO A TI MISMO, principio que es la base
de la abolición de toda discriminación.
La idea del “amor al prójimo” y no la enunciación de un amor
universal abstracto, implica para los cristianos el compromiso con los
que están a su alrededor. Para los chicos de la escuela pública el
ejercicio de este amor, de esta tolerancia, de esta solidaridad, de
esta no discriminación, de esta aceptación de las diferencias tan
bien ejemplificada en los evangelios, se ejerce entonces con sus
propios compañeritos.
Sería hermoso que esto fuera lo que se enseñara, pero no es así y no
puede serlo porque la enseñanza de la Religión Católica en las
escuelas públicas implica, si o si, una discriminación y la
vulneración de los derechos de las minorías de otros cultos, ateos y
no creyentes. Los testimonios recogidos por los pocos padres que se
atreven a autorizar que sus hijos no asistan a las clases de Religión
son preocupantes. A la humillante exclusión a que se los somete, se
suman comentarios discriminatorios de los niños asistentes a las
clases de religión hacia los que no asisten como “te va a llevar el
demonio” y otras frases de similar factura.
No podemos explicarnos como pueden enseñar los catequistas acerca del
AMOR AL PROJIMO sin caer en hipocresía y sin dar ellos mismos un
pésimo ejemplo cuando a aquellos niños que profesan otros cultos o que
no profesan ninguno o, a aquellos cuyos padres católicos
preferirían elegir ellos mismos sus maestros de catequesis, los tienen
que sacar del aula de una escuela pública para que deambulen como si
tuvieran hora libre o para que vayan a la Biblioteca como si hubiera
faltado el profesor. También es humillante que atemorizados por la
discriminación a que se pueda someter a sus hijos, muchos padres les
alientan a asistir a las clases de religión aunque no estén de
acuerdo con los contenidos que en ellas se imparten. Esos padres
están al borde de la extorsión moral, otra lacra y otro mal
ejemplo para los jóvenes ya que obliga a esas familias a claudicar
del derecho que les ha sido otorgado por las leyes de educar a sus
hijos en sus propias convicciones, derecho que hoy el Ministerio de
Educación salteño les desconoce.
No se puede predicar lo que no se practica. No hay en la
discriminación religiosa ni una pizca de amor. Hay abuso de poder
hacia las minorías religiosas y hay doble moral Tal vez los señores
catequistas, para no caer en contradicciones, hayan omitido la
enseñanza de este mandamiento esencial en la fe cristiana. En ese caso
ya no estarían enseñando la religión católica. No sería extraño, por
último, que esta actitud abusiva por parte del culto mayoritario
pudiera terminar alentando violencia religiosa o intolerancia,
pesadilla hoy tan ajena al espíritu del pueblo salteño y tan de moda
en la violencia mundial.
2. FUNDAMENTOS HISTORICOS
Se nos dice que Salta tiene sus tradiciones. Es cierto. Con fundamento
se enorgullece de ellas. Queremos recordar al Señor Gobernador de la
Provincia de Salta, al Sr. Ministro de Educación de la Provincia y a
los grupos fundamentalistas y sectarios de presión dentro de la
Iglesia Católica que en Salta se libraron arduas batallas hace
doscientos años; queremos recordar que en esas batallas hubo
católicos y no católicos de ambos bandos y que, además de derrotar a
los realistas, aquellos patriotas que siguieron a Martín Miguel de
Güemes y al General José de San Martín , también derrotaron a una
institución nefasta para la historia del cristianismo y para la
historia de la humanidad: la Santa Inquisición.
3. FUNDAMENTOS BASADOS EN LA TRANSPARENCIA ECONÓMICA
Siendo la Iglesia Católica la única institución religiosa que recibe
financiación del Estado Nacional para el mantenimiento de sus miembros
y fondos del Estado Provincial para el subsidio de escuelas que
promueven el culto católico y siendo esta financiación justamente
destinada a mantener y a promover esta religión en su condición de
ser, según el orden jurídico vigente, la Religión Oficial de la
República Argentina, entendemos que la Arquidiócesis salteña ya
recibe un monto muy importante de dinero público obtenido de los
impuestos que paga la totalidad de la población conformada por
católicos y no católicos, creyentes y no creyentes y que estos fondos
ya están destinados a difundir las convicciones de la iglesia
Católica Apostólica Romana incluyendo claramente como tarea principal
la catequesis. Entendemos entonces que, destinar además una parte del
presupuesto del Ministerio de Educación de la Provincia de Salta a
pagar a los maestros de Religión para promover los mismos fines que
ya se sostienen por otro lado constituye en la práctica una doble
financiación y podría entenderse como malversación de fondos públicos
o como una diferencia abusiva de recursos fiscales destinada a la
promoción de uno solo de los cultos a los cuales adhiere la población
de la provincia, pero no la totalidad.
4. FUNDAMENTOS JURIDICOS
La ley 1420 del año 1884 postuló los principios en materia educativa y
ha sido una de esas leyes que tuvo la fuerza suficiente para
otorgarnos una de nuestras características como Nación. Dicha ley, aún
vigente, en su artículo octavo excluye la enseñanza de religión dentro
del horario de clases en las escuelas públicas.
Entendemos que esta imposición a los educandos, implica una grave
violación al derecho de igualdad consagrado en el Art. 16 de nuestra
Constitución Nacional, que establece “Todos sus habitantes son iguales
ante la ley”. Lesiona además otra importante ley nacional como es la
que legisla sobre discriminación (Nº 23.592) que dispone sanciones a
“Quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo
menoscabe el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los derechos
y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional (…)
se considerarán particularmente los actos u omisiones discriminatorios
determinados por motivos tales como raza, religión,….”
Nuestra misma Constitución salteña expresa en el Art. 11 que “nadie
puede ser obligado a declarar la religión que profesa”, y la ley
cuestionada contrariando este principio constitucional dispone en los
hechos que cada alumno, o sus familiares, declaren si tienen o no
alguna religión y en su caso la identifiquen.
Otra ley de importancia que contradice la legislación provincial
criticada y puesta en práctica por el Ministro de Educación salteño
es la de Habeas Data que afirma que “Ninguna persona puede ser
obligada a proporcionar datos sensibles.”.
La ley federal de educación en su artículo octavo regula el “derecho a
aprender, mediante la igualdad de oportunidades y posibilidades, sin
discriminación alguna”. La normativa provincial vulnera groseramente
esta ley nacional al establecer la obligatoriedad de la enseñanza
religiosa, agravado por lo que en la práctica ha implicado la
expulsión de los niños de las aulas cuyos padres no desean que a sus
hijos los adoctrine un catequista formado por el arzobispado de Salta.
Por último debe destacarse que quienes invocan a favor de la ley
cuestionada el Art. 49 de la Constitución de la provincia, se
equivocan en su fundamento por dos razones: la primera de ellas es que
tal y como ha quedado demostrado no se brinda educación religiosa de
acuerdo a las convicciones de los padres, si no que se imparte la
religión católica como religión y eso contradice expresamente al
artículo mencionado; por otro lado no son pocos los
constitucionalistas que opinan que dicho artículo es inconstitucional
por cuanto un estado provincial no puede dictar normas que contraríen
la Constitución Nacional y las leyes que se dicten en consecuencia.
CONCLUSIONES
Por lo expuesto los miembros de CARTA ABIERTA SALTA opinan que podría
entenderse como razonable que se dictaran clases de cultura
religiosa o clases de historia de todas las religiones y que es
posible que este conocimiento podría mejorar la comprensión del mundo
por parte de los más jóvenes, pero de ningún modo se entiende que el
enfoque actual de invertir fondos públicos en la enseñanza de una sola
religión mejorará la calidad moral ni espiritual de nadie.
Queremos recordar por último a las autoridades provinciales y a las
autoridades de la Iglesia Católica que lo que dijo Jesús de
Nazareth fue: “DEJAD QUE LOS NIÑOS VENGAN A MI”. Jamás hubiera dicho:
“OBLIGAD A LOS NIÑOS A QUE VENGAN A MI”.
*CARTA ABIERTA SALTA es un espacio de reflexión y debate en donde
convergen personas de distinta extracción y pertenencia política y
religiosa.
1 comentario:
Hola. Excelente carta. No nos olvidemos en la sección de tradición, la verdadera tradición de salta, previa a los conquistadores que tan altaneramente hablan de historia. El derecho a los pueblos originarios a mantener su religión sin que continúen las cruzadas evangélicas.
Un saludo.
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